domingo, 1 de mayo de 2011

Una luz sobre los Aryas: ¿invasores o descendientes legítimos?


En uno de los Himnos del RgVeda dedicado a Indra, precisamente en el versículo 8, se hace mención a los aryas, el pueblo que hablaba la lengua védica: “Indra protege en el combate a todos los que le adoran y defienden en toda circunstancia al Arya que le es fiel; castiga a todos los que descuidan los ritos religiosos; arranca la negra piel del agresor; consume al hombre perverso que es devorado, así como una llama ardiente consume por completo a aquel que se place en la crueldad.” (RgVeda I, Himno CXXX, Indra).

Vale hacer un paréntesis respecto de la lengua védica y su posible cronología, ya que será para nosotros uno de los puntos de referencia, además del legado literario y arqueológico, a la hora de determinar la procedencia de los aryas. Los Himnos del RgVeda conservan la forma más antigua de la lengua india llegada hasta nosotros, el sánscrito védico, pero no han sido escritos hasta mucho más tarde. Las inscripciones reales más antiguas de la India, procedentes del período del reinado de Asoka (s. III a. E.C.) se suelen clasificar como “indoario medio”- la lengua sánscrita más antigua, si bien escrita en gran parte después de aquella fecha y redactada de acuerdo con la lengua sánscrita del s. V a. E.C., tal como fue codificada por el famoso gramático Panini. “Dentro del sánscrito clásico no encontramos dialectos, ni desarrollo cronológico, sino pérdida y en ocasiones invasión de las vernáculas de quienes lo utilizaban, y ninguna divergencia geográfica. El sánscrito védico, sin embargo, es diferente. Es todo lo que se quiera, menos una lengua unificada, una lengua de un solo dialecto… por lo tanto, el dialecto rgveda no es el antepasado directo del sánscrito clásico. Tuvo que haber varios dialectos emparentados en la época de composición del RgVeda, uno de los cuales es el dialecto básico de este texto, y otro de ellos es básicamente el antepasado de la lengua clásica de algunos siglos más tarde”[1]. Las opiniones respecto a la diferencia de fechas entre sánscrito clásico y védico del RgVeda difieren entre si: el lingüista Emeneau, por ejemplo, sugiere una fecha alrededor de 1200-1000 a. E.C. para la composición de Himnos, pero como opinan otros, es demasiado poco tiempo para que el cambio lingüístico se presente tan rápidamente, por lo tanto ofrecen una cronología más alta.
Los rituales descritos  una y otra vez en el RgVeda y en el Himno a Indra en particular, incluyen la bebida del soma, el jugo divinizado de la planta homónima, que sin embargo, aun no ha podido ser identificada de manera precisa; como sucede con frecuencia, el dios muestra un espíritu guerrero, destruyendo las plazas fuertes de los enemigos de los aryas; se hacen menciones típicas de los caballos y carros de guerra, del rayo de Indra, del espíritu heroico y combatiente y así como del sol. Como bien lo expresa Colin Renfew: “Incluso una lectura superficial de los himnos védicos ofrece una impresión clara, aunque sin duda parcial, del mundo de los aryas, más conocidos como arios”[2].

Muchos relacionan erróneamente a los dasyu, enemigos combatidos por los aryas, con el pueblo originario de habla no védica, que han sido expulsados de la zona por la incursión de los guerreros arios con sus carros de guerra. No obstante, no hay nada en los Himnos del RgVeda que de indicios de que la población védica haya sido intrusa en el área; esta idea parte de la presunción histórica de la llegada de los indo-europeos. Las descripciones de los arios destruyendo plazas fuertes no significan que ellos mismos no han tenido sus propias fortalezas; lo mismo en cuanto a una mención permanente de los caballos, que no indica que el pueblo del habla védica haya sido nómada: los carros de guerra no son vehículos asociados al nomadismo. Si bien, sin duda se trató de una sociedad heroica que se glorificaba en la lucha, muchos de los himnos son poesías bellas y no todos los himnos son de carácter marcial, ni mucho menos.
  En cuanto a las pruebas arqueológicas, no existe un vínculo muy claro, y los mismos Himnos no son fechables más que sobre bases lingüísticas muy generales, aproximadamente alrededor del 1000 a. E.C., o incluso antes. Debido a que los Himnos representan la cabeza del corpus de la literatura india y de la religión hindú, no hay que subestimar su importancia a la hora de sacar conclusiones. Las principales deidades del hinduismo que comprenden la trimurti son Brahma, Vishnu y Shiva; más Brahma y Vishnu son los únicos que aparecen en los textos védicos, no hay mención alguna sobre Shiva, lo cual parece ser lógico si nos remontamos al culto de los proto-indoeuropeos, donde los brahmanes o sacerdotes del fuego (de bri, aha y man), llamados voljovi entre la rama eslava, basaban sus enseñanzas en todo tipo de trinidades, denominadas dumiezil. Demás está decir que muchas de las deidades principales del RgVeda desempeñan aun hoy un rol importante dentro del hinduismo, si bien un tanto menor; entre ellas encontramos a Surya, el Sol, Mitra e Indra.

La Civilización del Valle del Indo y sus Consecuencias


La civilización del Valle del Indo ya era floreciente poco después del 3000 a. E.C., pero sufrió un declive irreversible y repentino hacia el 1800 a. E.C., fecha bastante más temprana que la que corresponde a las escrituras védicas que parecen describir la tierra de los Siete Ríos; es decir, que el declive ya había sido anterior a la supuesta llegada de los arios al Valle del Indo. La civilización pre-védica era una civilización con escritura. Se encontraron unos 400 signos, 53 de ellos de uso corriente, lo que sugiere la existencia de una escritura mixta, jeroglífica y silábica, ya que son evidentemente demasiados signos para un alfabeto, pero no son suficientes para ser una escritura pictográfica, como la de los jeroglíficos egipcios o la escritura china. Algunos de los intentos de descifrar la escritura de los sellos de piedra del Valle del Indo se siguen basando en la hipótesis de una invasión por parte de los aryas, ya que relacionan esa escritura con las lenguas dravídicas. Pero existen otras interpretaciones al respecto, que relacionan la escritura del Indo con la lengua protoelamita, la lengua de las inscripciones del sureste de Irán en la época de mayor esplendor de la civilización sumeria, en el sur de Mesopotamia, lo cual parece aun más factible desde que se descubrieron las tablillas protoelamitas en el importante sitio de Tepe Yayha en el sur de la meseta iraní. De hecho, otros intentos de descifrar las escrituras parten de la suposición de que no son sino una forma primitiva del indoeuropeo. De todas maneras, la dificultad radica en que, para poder descifrar las escrituras del Valle del Indo correctamente, hay que empezar con algo que se conoce; pero hasta ahora, por desgracia, no existen inscripciones bilingües relacionadas con la escritura del Indo, así como tampoco puede reconocerse en ella ningún nombre propio. Por lo tanto, lo único que tratamos de hacer es presuponer una solución más o menos legítima, para tratar de demostrar que los resultados son más o menos plausibles. Es evidente la pregunta que nos hacemos ahora: las inscripciones del Valle del Indo ¿son una forma arcaica del indoeuropeo? Hay muchas cosas que responden positivamente a nuestra pregunta, debido a que los registros escritos más antiguos del área actualmente interpretables son los Himnos del RgVeda, si bien el peso de la opinión académica ha sido en el pasado contrario a este tipo de interpretación, y nos proponemos a analizar sus razones.
 

[1] Colin Renfrew, Arqueología y Lenguaje, p. 149, M.B. Emeneau
[2] Ídem, p. 152